La fabricación de las puertas de aluminio es parecida a la de la madera,
pues ambas se construyen a partir de varias capas que les otorgan la fortaleza
que necesitan. En función del acabado que se busque, como efecto rústico, con
moldura, estampado o puzle entre otros, la composición y fabricación serán
diferentes. Lo más aconsejable para conseguir el máximo aislamiento y que la
temperatura no traspase a través de la puerta de aluminio es fabricar el marco
con rotura de puente térmico.
Una de las grandes ventajas de las puertas
de aluminio para exterior es que son más ligeras que las convencionales.
Gracias a esto, los herrajes de sujeción resisten más tiempo y no sufren tanto,
y además la instalación es más sencilla. No se deforman ni pierden sus
propiedades al estar en contacto directo con la climatología del exterior, ni
el frío ni el calor, factor imprescindible especialmente en aquellos entornos
en los que se sufren grandes cambios de temperatura.