Los cerramientos son a día de hoy uno de los servicios más demandados tanto por particulares como por empresas, ya que son el método perfecto para optimizar espacios, proteger los electrodomésticos u objetos allí almacenados y ganar en confort gracias al aislamiento que aportan.
A la hora de cerrar un tendedero suelen contemplarse dos opciones: hacerlo por completo con aluminio o combinarlo con cristalería. Por lo general, esta última aporta una estética más apurada, razón por la que es la elegida por un número mayor de propietarios.
En caso de decantarse por esta alternativa, debe plantearse también qué cristal es el más adecuado para usted y su hogar. Los más comunes son:
• Cerramientos con cristal transparente. Permiten fácilmente la entrada de luz natural, lo que aporta calidez y harmonía a la estancia y a la vivienda en general.
• Cerramientos con cristal traslúcido. De igual manera, dejan penetrar la luz del exterior pero protegiendo a su vez el interior. Suele ser la opción escogida por aquellos propietarios con edificios muy próximos, ya que garantiza la intimidad y privacidad sin renunciar a la luminosidad.
• Cerramientos con cristal doble. Habitualmente se instalan en propiedades que necesitan mayor aislamiento térmico y/o acústico por su ubicación. Asimismo, también son sumamente beneficiosos para aumentar la seguridad del cerramiento de cara a posibles intrusos.